Y entonces la policía entró en la habitación y vio a Marta tendida en el suelo, inmóvil, rodeada de sangre...
Todo comenzó cuando Marta tropezó al salir del autobús cuando iba al instituto. Un chico, más o menos de su misma edad la ayudó a salir de él.
-¿Te ayudo?- dijo el chico.
El chico que se llamaba Raúl, tendió una mano a Marta para ayudarla a salir del charco. Marta se la estrechó y Raúl la ayudó a incorporarse.
-Gracias – dijo Marta roja como un tomate al notar la intensa mirada de él.
-No hay de que, me llamo Raúl.
-Yo me llamo Marta, ¿vas a este instituto?
Raúl miró al edificio que señalaba Marta y asintió.
-¿Vamos juntos? – dijo Raúl.
Lentamente, ambos entraron en el instituto y se fueron a sus respectivas aulas, no sin antes quedar los dos para volver a casa después del instituto.
Al salir del instituto, Marta se encontró con Raúl, y juntos montaron en el autobús de regreso a casa. Raúl, resultó ser el vecino nuevo de Marta. Esta, al saber eso, le invitó a su casa a merendar. Pero al cortar el jamón en su habitación, el cuchillo que Marta empuñaba se le escapó y le cortó las venas a Marta, matándola. Raúl, al ver esto, avisó al hospital mas cercano y a la policía por eso, la policía entró en la habitación y vio a Marta tendida en el suelo, inmóvil, rodeada de sangre.
sábado, 9 de febrero de 2008
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1 comentario:
¿¿Ein??
¿Marta se autolesiona sin querer, o el cuchillo cobra vida propia? Queda totalmente inconexa esta historia... El principio, cuando conoce a Raúl, parece dar pie a que este luego la asesine, pero este giro del cuchillo asesino da una nueva perspectiva a la historia... Un giro un poco rocambolesco y artificial...
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